La Danza Contemplativa, a través de sencillas coreografías, nos va conduciendo poco a poco a la quietud interior, al silencio y a la serenidad, pudiendo llegar a convertirse en una oración. Nace de la tradición cristiana pero cualquier persona con inquietud espiritual puede enriquecerse de este camino de silencio y oración.
Victoria Hernández, ampliamente conocida en diversos ámbitos pastorales, educativos, religiosos y eclesiales (desde 1992, de forma esporádica, y a partir de 2001 de forma exclusiva), imparte talleres de danzaterapia, expresión corporal y danza creativa, impulsando así la danza contemplativa como medio de oración. Presentamos una colección de danzas que invitan a la oración. Las coreografías son fruto de la experiencia de fe, la oración y la contemplación en el seno de la tradición católica. A las danzas originales de Victoria se añaden otras de otras tradiciones: hebreas (llamadas davídicas, y que actualmente danzan muchas comunidades) y las danzas del círculo (consideradas sagradas o al menos que llevan a un estado de meditación, pero no ligadas a ninguna tradición religiosa concreta).
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