Mamerto Menapace |
“Cuando un árbol se va
del patio familiar,
deja un gran hueco de luz.
Para quien no compartió nada
con él,
allí simplemente no hay
nada.
En cambio, para los que se
cobijaron a su sombra
o compartieron su presencia
rica en recuerdo,
ese hueco de cielo abierto
lo vuelve a hacer presente
en cada amanecer.
Buscándolo, nuestro ojos
tropiezan quizá
con una estrella lejana
que se ha quedado en el
cielo,
náufraga de la noche que
ahora se ha vuelto día.”
"Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y
que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede,
es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta
mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las
penas no nos lastimen por dentro."
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