domingo, 14 de septiembre de 2014

Dios

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Prólogo
 
Dios es la más abrumadora de todas las palabras humanas. Ninguna ha sido tan ensuciada, tan desgarrada. Precisamente por eso no puedo renunciar a ella. Generaciones de hombres han descargado sobre esa palabra el peso de sus vidas angustiadas y la han abatido hasta dar con ella en el suelo… Las razas humanas, con sus escisiones religiosas, han desgarrado esa palabra; han matado por ella y han muerto por ella... ¿Dónde podría encontrar una palabra parecida para expresar lo supremo? Si eligiera el concepto más puro y resplandeciente de la recóndita cámara de los tesoros de los filósofos, sólo podría recoger en él una imagen conceptual sin compromisos, pero no la presencia de aquél a quien las generaciones humanas han venerado o humillado con sus pavorosas vidas y muertes… Aquél a quien aluden las generaciones de los hombres que con tormentos infernales golpean las puertas del cielo…, dibujan caricaturas y escriben debajo «Dios». Se asesinan unos a otros y dicen: «en nombre de Dios». 
 
Pero cuando todo desvarío y todo engaño se desvanece, cuando se enfrentan a él en la aislada oscuridad y ya no dicen «él, él», sino que suspiran «tú, tú», cuando gritan «tú», cuando todos ellos dicen esa misma palabra y añaden luego «Dios» ¿no es el verdadero Dios aquél a quien invocan, el único Viviente, el Dios de los hijos de los hombres?¿No es Él acaso el que escucha y presta oído atento? Y sólo por eso ¿no es precisamente la palabra Dios, la palabra de la invocación, la palabra convertida en nombre consagrado para siempre en todos los idiomas humanos? Debemos estimar a los que la evitan porque se rebelan contra la injusticia y la arbitrariedad, tan prontamente remitidas a Dios en busca de su autorización. Pero no podemos renunciar a ella... No podemos limpiar la palabra Dios y devolverle su integridad. Pero sí podemos, manchada y desgarrada como está, alzar esa palabra del suelo y enarbolarla sobre una hora de máxima zozobra.
Martín BuBeR, Eclipse de Dios, Buenos Aires 1984, págs. 13-14

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